El kiwi es una fruta que nos aporta gran variedad de nutrientes esenciales. Por su eficiente aporte calórico y de fibra, el consumo de kiwi es muy recomendable para el control del peso corporal. Se ha observado que cuando se añade kiwi a alimentos a base de cereales se reduce el pico glucémico postprandial y disminuye la sensación de hambre en un 20 % ². Este efecto hace del kiwi un alimento altamente recomendado para complementar desayunos y snacks o tentempiés. Consumir kiwi puede reducir la sensación de hambre en las comidas principales, o bien evitar picar entre horas y así esquivar la ingesta excesiva de alimentos indulgentes, alimentos que suelen ser ricos en calorías, grasas, azúcares y sal.

Gracias a su contenido en potasio, el kiwi podría contribuir a la salud cardiovascular, ya que este nutriente podría ayudar a mantener una presión sanguínea normal. Existe evidencia que cada ración diaria adicional de fruta aumenta la protección de enfermedad cardiovascular en un 8 % ^1,3, un 3 % frente al cáncer y reduce un 10 % el fallecimiento por todas las causas. Más en particular, los investigadores definieron las frutas que participaban en la prevención del riesgo de enfermedad cardiovascular y entre ellas destacan las frutas ricas en vitamina C ³. Cabe recordar que el kiwi SunGold es la fruta de consumo habitual más rica en vitamina C (161,3 mg/100 g)⁴, una razón de peso para introducir el kiwi como fruta de consumo diario.

Además, el kiwi por su cantidad y tipo de fibra (la proporción de soluble a insoluble es aproximadamente 1:4 en Green y 1:3 en SunGold), puede favorecer al confort digestivo en una dieta balanceada.  En particular, puede contribuir a aliviar el estreñimiento crónico, otro problema de salud común y con especial afectación en la calidad de vida de las personas que lo padecen ⁵. El kiwi aporta pectinas, celulosas y hemicelulosas que retienen agua y forman geles, de manera que aumenta el tamaño de las heces, las ablanda y estimula el movimiento peristáltico facilitando su evacuación ⁶.